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Bobath y Vojta – Fisioterapia para el niño

 

 

En este artículo queremos hablaros sobre nuestra fisioterapia en mediante Bobath y Vojta para el niño. Desde que nace el niño, con un sistema nervioso central normal (SNC), hasta que su capacidad motora ha madurado por completo, existe un orden en el proceso de desarrollo, según nuestro fisio.

En el segundo trimestre, en decúbito prono, al levantar la cabeza, el lactante extiende la columna vertebral contra gravedad. Apoya además sus antebrazos en el suelo. A los 6 meses el neonato extiende los miembros inferiores, levantando la cadera en decúbito supino y haciendo apoyo en hombros y pies.

Es una preparación para la sedestación, puesta en pie y marcha. En el tratamiento Bobath y Vojta, es importante tener en cuenta el nivel de desarrollo motor del niño y valorarlo con la normalidad

El lactante, con el sistema nervioso central normal, puede desarrollar la marcha sin haber pasado por las fases de volteo, gateo o verticalización. Por genética nace con un programa de movimiento motor normal.

 

 

Este programa está integrado con una serie de patrones de movimientos específicos. Todos relacionados con la motivación y el impulso, y por supuesto, con el desarrollo normal. El control de la postura también se incluye de forma automática en el sistema nervioso central. Por tanto se relaciona con el desplazamiento del centro de gravedad.

 

Estimular al niño cuanto antes con fisioterapia 

Todo este proceso de automatización utiliza aferencias que llegan de órganos receptores como ojos, oído, olfato, etc. La actividad neuronal que depende del medio externo, de las condiciones ambientales y de la configuración genética.

El sistema nervioso central permite responder a aquellas demandas generadas por los órganos del cuerpo. Es decir, actúa como un órgano superior. Para que se produzca una buena coordinación del movimiento, es necesaria una buena integración de este centro superior.

El neonato aprende el movimiento mediante las sensaciones que percibe. Mediante la acción y la experiencia, automatiza el movimiento, generando los patrones automáticos de movimiento.

Estos movimientos son esquemas motores grabados en la memoria. Durante el primer año de vida, el desarrollo mental está ligado al libre desarrollo de las actividades motoras.

Es decir, el niño debe tener libertad para aprender las diferentes habilidades, como levantar la cabeza, llevarse algo a la boca, etc. Si se genera cualquier alteración de éste, el bebé sufrirá un retardo en su aprendizaje, posponiendo su desarrollo motor.

Esta información permite al fisio valorar qué edad motora tiene el niño y actuar de una determinada manera. La valoración se realiza desde un punto de vista positivo. En él nos indica qué puede hacer el infante, cómo y por qué lo hace. Desde un punto de vista negativo que nos indica qué no puede hacer.

En el neonato, con el sistema nervioso central alterado, al principio también predomina el patrón flexor. Sin embargo está caracterizado por hipotono o espasticidad, Se produce así un cambio anormal del tono.

 

 

Diagnóstico temprano con Bobath y Vojta

Es aconsejable diagnosticar lo antes posible la parálisis cerebral, en el caso que la hubiese. De esta forma se aumentan las oportunidades de éxito en la fisioterapia

Preferiblemente antes de los 6 meses porque su estado motor es en la mayoría reflejo y no está maduro, permitiendo su facil aprendizaje motor. Esto conlleva otra serie de daños, como la permanencia de los reflejos tónicos e incluso su aumento, que pueden acabar dominando la actividad motora voluntaria.

Se generan variaciones de tono por cambios posturales específicos y/o globales. Generalmente, el fisio puede darse cuenta de la patología cuando toma conciencia del retardo en el desarrollo motor. Por ejemplo si el control cefálico es pobre, si no hay rotación, si no hay movimiento contragravedad u otras señales que lo puedan indicar.

El niño con afectación del SNC, puede parecer sano hasta valorar la sedestación o gateo. Esto ocurre porque en algunos niños la espasticidad se percibe solo en reposo o marcha. Aún así, normalmente el aumento de tono se valora a simple vista.

En el volteo, el infante permanece sin mover la espalda presentando únicamente el reflejo tónico asimétrico del cuello, de manera que no es funcional.

En la parálisis cerebral, se producen una serie de trastornos motores. También otros posiblemente añadidos, como retraso mental, falta de concentración o lenguaje. Los motores están determinados por una alteración del control de los movimientos y la postura. Por esta razón, el desarrollo del lactante difiere, se desorganiza y se trastorna a causa de las variaciones. La parálisis cerebral para la fisioterapia es la causa principal de la discapacidad física infantil.

 

Cómo se trabaja en Vojta

Con una correcta estimulación en el lactante, se libera un patrón que favorece el crecimiento de la actividad refleja. Como se ha mencionado antes, la terapia Vojta se basa en las posiciones de reptación refleja y volteo reflejo.

Siempre mediante presiones adecuadas, se corrige la motricidad anormal. Sus fundamentos son el estudio de la postura y el movimiento tanto en el desarrollo infantil como en el adulto.

A través de esto se permite la estimulación de vías y estructuras del sistema nervioso central que ayudan en el automatismo postural.

Para el control postural automático se hace una elongación axial de la columna vertebral o enderezamiento reflejo mediante la musculatura del tronco.

El diagnóstico de Vojta requiere valorar cualquier alteración motora en la movilidad fásica. Así se genera por ello patrones motores anormales y se valora la movilidad tónica o control postural.

También se permite la regulación de la postura respecto a los movimientos fásicos del lactante. La diferencia entre el lactante normal y con patología es que la expresión motora espontánea del patológico se hace con una coordinación primitiva y repetitiva. Según Vojta, primero es necesario hacer una historia clínica, un examen neurólogo clásico y un examen neuromotor complementario.

 

 

Vojta en el niño

En este último, se utilizan una serie de técnicas que evalúan las manifestaciones del déficit motor. Así se determinan si existe patología, como la parálisis cerebral infantil.

Para ello, se busca la reacción de Vojta, colocando al niño en vertical por el tronco, de espaldas al fisio. El movimiento es una lateroflexión hacia la horizontal que debe realizarse en los dos lados. Se examina la manipulación en sedestación.

Con la toma en miembros superiores, se tracciona elevando el tronco no más de 45 grados desde la horizontal. Así se ve la posición de los miembros inferiores.

También se investiga el reflejo de Collis vertical, donde el lactante se coloca en decúbito supino y con la cabeza abajo. Con la toma en rodilla se la lleva hacia la vertical de forma repentina.

Se analiza la posición de ese miembro inferior, y se realiza en ambos hemicuerpos. Asimismo, se averigua si hay reacción a la suspensión vertical de Peiper, en el cual el niño está en decúbito supino, con cabeza en posición neutra y manos abiertas. Con tomas en rodillas, se levantan rápidamente hacia la vertical con la cabeza hacia abajo.

El niño, al tener la cabeza hacia caudal, flexiona los miembros superiores con manos abiertas. Por último, se observa si hay reflejo de Collis horizontal. Aquí se mantiene establizado al infante por el miembro superior e inferior del mismo hemicuerpo. Se analiza la posición de las extremidades libres, y también se valora en ambos lados.

 

Es un tratamiento de fisioterapia con recorrido

La terapia Vojta fue creada por el doctor Václav Vojta, neurólogo y neuropediatra. Su descubrimiento comenzó en un instituto con niños afectados por parálisis cerebral, en Zeleczine.

En esa época, el tratamiento Vojta de la parálisis cerebral infantil se basaba únicamente en ejercicios de relajación, corrección postural y manipulación articular. Buscando el enderezamiento de tronco en la fisioterapia Vojta de un niño, éste se desplomó al realizar un presión sobre sus hombros.

Václav pensó que se había producido un fenómeno similar al de la navaja, que es la desaparición brusca del tono muscular. A través de numerosas pruebas y observaciones, se pudo comprobar que con unas determinadas posturas y presiones, se producía una variación del tono y se generaban unos patrones posturales.

 

 

Las respuestas motoras eran siempre iguales en la forma y esto permitió entender que había patrones globales de locomoción y también que existía la locomoción refleja.

A medida que se desarrollaba este complejo locomotor, mayor era la mejoría de la patología. Las bases de la locomoción refleja son establecer una posición inicial. También estimular unos puntos concretos mediante presión mantenida con una dirección muy precisa. Así se genera una respuesta motora que mediante una resistencia, aplicada por el fisio, se ocasiona mayor actividad muscular y finalmente una respuesta motora global.

La base de Vojta es valorar si hay persistencia de los reflejos primitivos en el niño. Según esto, la continuidad de estos reflejos entorpece el desarrollo postural.

 

La importancia de las posturas en Vojta

El método Vojta utiliza, como antes se ha mencionado, la locomoción refleja. A través de un sistema automático de tratamiento Vojta, el centro de gravedad va variando sobre distintos puntos de apoyo. Mediante la aplicación de estímulos propioceptivos, se produce en el lactante una contracción muscular específica.

Esta genera un movimiento coordinado de locomoción. Se utilizan técnicas de fortalecimiento isométricas gracias a estimulaciones táctiles.

A esto se llama locomoción refleja porque se ha provocado de forma refleja. El tratamiento Vojta es individual. Los dos complejos globales de locomoción refleja son, ya nombrados, la reptación refleja y el volteo reflejo.

Estos no son espontáneos, pero sí los patrones que los forman, porque están dentro del desarrollo del sistema nervioso central. Por tanto, Vojta aprovecha la activación de estos complejos parciales para actuar, de manera continua, en contra de la patología motora. Sin embargo, los patrones parciales, de forma voluntaria, están inactivos a causa de la lesión. La intención es reactivarla de nuevo gracias al tratamiento Vojta.

 

Cuáles son las posturas

En decúbito ventral, existen nueve partes corporales, que mediante estimulación provocan la reptación refleja. Las zonas de estimulación son:

  • Borde inferior escapular del lado facial
  • Acromion del lado nucal
  • Epicóndilo medial humeral del lado facial
  • Porción distal del radio del lado nucal
  • Borde interno escapular del lado facial
  • Espina iliaca anterosuperior del lado facial
  • Fascia glútea en dirección ventral
  • Epicóndilo medial femoral del lado facial
  • Borde externo del talón del lado nucal

En decúbito dorsal, solo la zona pectoral desencadena el volteo reflejo, aunque también se puede añadir la estimulación de las otras zonas corporales. Es importante aplicar una buena estimulación de fisioterapia en todos los puntos necesarios con una buena duración.

 

 

Cómo debe ser la respiración

Para mejorar la capacidad respiratoria, Vojta influye en los mecanismos respiratorios. Se aplica el reflejo rodante en el lactante, que consiste en una ligera rotación de la cabeza hacia el lado del estímulo de presión en la zona pectoral. Para el doctor Václav Vojta, el pecho es un área vital en el desarrollo del lactante.

Cada tratamiento Vojta se compone de cuatro estímulos de presión, dos a cada lado. El niño no suele presentar dolor ni estrés a la terapia Vojta. Al repetir diariamente estas estimulaciones, las repuestas de actividad muscular quedan memorizadas en el sistema nervioso central.

Por tanto, mejorando los patrones de movimiento normal, se mejora la respiración. En la actualidad, se recomienda la terapia Vojta como una más para la fisioterapia respiratoria. De todos modos sus beneficios no son concluyentes, es decir, se debe aplicar junto a otras técnicas.

Los objetivos principales son:

  • Control automático y equilibrado de la actividad postural
  • Desplazamiento del centro de gravedad del tronco con enderezamiento contra gravedad
  • Actividad de la musculatura fásica generando movimientos angulares de las extremidades, cabeza y tronco

 

Diagnóstico temprano en Bobath

El diagnóstico de fisioterapia Bobath consiste en valorar la edad motora en función de los patrones motores que haya aprendido. En este caso omo la movilidad fina, el control cefálico, el movimiento de las cinturas escapular y pelviana, el control orofacial, la coordinación ojo – mano, etc.

Se valora la actitud espontánea del lactante en decúbito supino y en decúbito prono. En supino, el niño normalmente posiciona la cabeza rotándola hacia el lado no afecto e inclinándola hacia el lado afecto.

En prono, el neonato normalmente eleva la cabeza respecto a la camilla y, al subirla, rota la cabeza hacia el lado no afecto. Se valora la actividad refleja, que deber ser correspondiente a su edad.

También se puede valorar al niño de una forma más específica. Así se moviliza de forma pasiva las extremidades para comprobar si hay resistencia muscular frente a la elongación.

Se debe comenzar el diagnóstico temprano porque en el lactante el desarrollo motor es casi todo reflejo. Todavía no se ha desarrollado el sistema nervioso central. Por tanto, la influencia de los estímulos aplicados es mayor.

Como el bebé todavía no presenta una espasticidad reconocida, los movimientos están mucho más libres al movilizarse sin resistencia. Esto se debe aprovechar con un tratamiento Bobath precoz.

Además, si el neonato empieza a adoptar una serie de posturas anormales, va a producir contracturas y deformaciones a lo largo del tiempo. El fisio debe prevenirlo, Esto en los lactantes todavía no es apreciable.

Los movimientos en el niño son una estimulación que le permite desarrollarse también sensorialmente. Todo esto indica que es básico tratar Bobath cuanto antes al lactante.

Este diagnóstico anticipado se fundamenta en examinar si hay perpetuación de los reflejos primitivos después de los 4 meses. También se basa en ver si hay déficit de desarrollo de las reacciones primarias. También déficit de la actividad neuromotriz y asimetría corporal después de los 3 meses.

 

Todo sobre la fisioterapia Bobath

La fisioterapia Bobath se basa en observar si la lesión cerebral produce un retraso o parada del desarrollo motor en una o varias zonas, y si esto deriva en patrones anormales posturales y de movimiento por una actividad refleja anormal.

Su objetivo es la inhibición de estas reacciones y movimientos para que el infante aprenda el movimiento correcto y corrija la postura. Las bases del concepto Bobath son el control postural normal, la inhibición de los patrones de actividad refleja, la facilitación de patrones motores normales y la capacidad funcional efectiva.

Es necesaria la implicación de la familia para un progreso y mejora, con el fin de conseguir el reequilibrio tónico del músculo afecto.

En definitiva, según Bobath, las anomalías motoras en los lactantes con patología cerebral son causa del déficit en el desarrollo de la postura y del movimiento. Todo por una mala actuación del sistema nervioso central.

Siempre, cuanto mayor sea el niño o lactante, mayor será la actividad que busquemos en él, en función también del nivel de afectación. Bobath se adapta a las necesidades de cada paciente teniendo en cuenta su patología y sus síntomas. Siempre sin ser un tratamiento que utilice la fisioterapia Bobath con una serie de sistemas estrictos de intervención.

Toma en cuenta la actividad refleja normal, las posibles variantes en la respuesta y su evolución al mismo tiempo que el sistema nervioso central madura. La terapia Bobath se aplica tanto en el tratamiento Bobath de trastornos motores ya establecidos como en la prevención en los niños con riesgo de padecerlos.

 

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